Unos días de fresquito y hierba rociera y vuelta al sofocante y maleducado calor patrio. Hay hambre de otoño desde mayo por estos lares, oiga. Que digo yo que ya está bien de buscar la sombra como los perretes por las calles de Madrid y de ponerme ciega a limonadas. ¡Quiero un chocolate con churros bufanda al viento de una santísima vez!
10 comentarios:
CRI-CRI CRI-CRI.......
SIN PALABRAS NATA
yo he tenido un verano de otoño, ¡si lo llego a saber te lo cambio!
Yo no me fío del otoño patrio, o partío. Creo que te copiaré y me iré a los Países Majos.
suscribo...
solo falta un YA!
Los muertos vivos como yo no sabemos a qué carta quedarnos. Con el calor seco nos quedamos como la mojama, con el húmedo nos cuajamos de larvitas y el frío intenso nos inmoviliza y sólo somos capaces de hincarle el diente a las ancianitas… ¡qué no-vida ésta!
Álvaro: ¿eso es un grillo o es que te has atragantado al contemplar la espectacular colleja de tu tía?
Ari: ¡el año que viene cambiamos fijo! :)
Al: que riman con grajo, bajo y carajo, lo que da una pista a Maldonado.
Mr Mapache: pues por eso no sufra usted... ¡YA!
Zombi: a mí el verano me deja como a Barbra, no te digo más...
Abrigo la sospecha de que habrá que abrigarse.
Yo también quiero un otoño en condiciones y... ¡ya!
PD. ¿Para cuándo el post "Rumanía III", Nata? :)
Feliz Otoño Natita! :)
Besitos!
Tú lo que quieres es que suba la foto de la mujer eléctrica, Noe, que te veo...
¡Feliz otoño también para ti, Sara!
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