Los miopes nos paseamos por dos mundos, uno nítido y otro difuso. Nunca sé cuál de ellos es el real, pero hay algo que veo clarísimo: al caer la noche, mis gafas cobran vida, se resbalan sigilosamente nariz abajo y una psicodélica maraña de luces hace su entrada triunfal convirtiendo lo que me rodea en un aquelarre de bombillas. Es precioso.
25 comentarios:
si que lo es........
No sé qué será más real, pero quizás sea una pista el hecho de que lo que vemos a través de las gafas sea más pequeño que lo que vemos sin ellas...
¡anda! dicen R R R R R... ¿estarán ronroneando¿
ya es navidad?!
y yo con estos pelos
Lila: :)
Mecacholo: yo a la gente la suelo ver súper pequeña con las gafas puestas... ;)
[Estoy un poco malona últimamente, no me lo tengas en cuenta].
Ari: ¡eso sí que sería un espectáculo! Pues también tengo emes y jotas. :)
Supersku: sin gafas es Navidad, pero, tranquilo, no veré tu pelo ni achinando los ojillos. :)
Siempre dije que lo tuyo era escribir y amar, pequeña cabezona. Sí.
...y un día las gafas salieron caminando por las calles de Madrid, buscando luces de neón. No querían nada más.
Anónimo: jajajajaja... ¡Qué sorpresa! ¿Cómo te va? Anda, escríbeme un correo. :)
Claudia: siempre que pierdas las gafas (cosa bastante frecuente), iré a buscarlas a la Gran Vía. :)
eso de la miopia que viene de familia?? porque yo tengo los mismos sintomas... jajaja
eso es Poesía!. Saludos desde el otro lado del mundo!
T.
Poesía... ¡eres tú!
Titomon: ¡gracias por la visita!
Anónimo/a: ¡buen fin de semana!
¡Laura, que se me olvidó contestar a tu mensaje! ¡Está claro que soy miope! :)
¡Besos!
¿Ya han puesto las luces de navidad por los madriles? Ay, que añoranzas.
Precioso de verdad!!!!
Cuando era pequeña y miraba las luces de la ciudad en la distancia, pensaba que estaba llena de ferias y caballitos infantiles... Mis padres reían. La ilusión es lo que tiene. Y la infancia...
Besos.
Ja ja ja. Éste sí ha sido bueno.
Días y noches, años y años conviviendo con la tal y nunca se me había ocurrido pensar eso. Mmmm... Dos mnundos, uno nítido y otro difuso. ¡Qué bueno! Lo de lo bonitas que son las luces en la noche, sí, tirando rayos para acá y para allá. Pero agora se me ocurre, que en el orden moral, lógico y estético mucha gente vive en un mundo difuso y, no sé si orgullosos o avergonzados de su tara, nos quieren llevar a él. No quieren distinguir la verdad de la mentira, al sabio del ignorante, la nobleza de la vileza, lo bonito de lo feo. Nada está bien ni mal, y nos llevan a su monstruoso relativismo, en el que, por mucho que falsifiquen y se falsifiquen, ni ellos mismos creen..
José Ortega y Gasset, en una de sus geniales metáforas, calificaba a la mirada como una saetilla espiritual. Y con la miopía, ¿dónde va lanzado nuestro espíritu? Parecería que la pobre, encantada por las luces ilusorias, busca y busca sin descanso. No es de extrañar que cuando encuentra algo nítido y verdadero, se fije mucho en él. ¿Y no lo hacemos todos?
Videodromo: pues algunas han puesto, sí, pero no muchas. También ha llegado la crisis al mundo de la bombilla. :)
Rid: molts petons, maca!
Bombis y Borombis: cuando volvíamos del pueblo en el coche de mis tíos y veía las luces de Madrid siempre le decía a mi madre: "mira, mamá, Las Vegas". Un clásico de mi infancia. :)
Odiseo: el Sr. Ortega lo mismo vale pa' un roto que pa' un descosido. :)
[No puedo parar de decir "qué bueno"]. :)
A los miopes el mundo nos parece más bonito. Tiene que ser horroroso despertar por la mañana y ver claramente la grieta del techo...
;)
Jajajaja... ¡Dichosa grieta!
Gran post jaja yo tambien tengo gafas (miopia y astigmatismo, se escribe asi?)y el otro dia la olvide y las farolas eran turbios arco iris.
Eres grande jajaj
me siento totalmente identificada con el post...soy miope, y la verdad es que lo has clavado :P
Algo bueno tenía que tener este defectillo...
Te acabo de encontrar, me pareció muy interesante tu blog, como miope desde los cuatro años percibo las cosas desde lo "difuso" y creo que esta percepción nos hace distintos. Distintos a todos esos réptiles que renuncian a esta visión del mundo sólo porque una operación les permite, como ellos dicen "no depender de las gafas". Yo no dependo de mis gafas ellas me acompañan, a veces desde la mesita mientras leo, otras veces desde mi regazo cuando voy en el bus, así lo veo todo difuso y agradable, suave, sin lineas rectas, el movimiento... Gracias.
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