Ni bocata ni pincho

Fin de la deliberación: las cuentas han decidido ser un móvil que cuelga del techo. Creo que empezaron a tenerlo claro cuando les presente al tronco venido de Finlandia (la historia de cómo una docena de trozos de madera mojados extraídos de un lago finlandés cruzaron el control del aeropuerto de Helsinki la contaré en otro momento).

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Por qué será que siempre te paran en todos los aeropuertos y te registran...
Yo estoy la mar de contento de que no fuera ni bocata ni pincho.
:D

Estercity dijo...

Que cuentas mas chulas ¿ Donde las has conseguido?

Anónimo dijo...

Las hace ella con cerámica y luego las pinta con pintura acrílica. Son una pasada.

Nata Hernández dijo...

Pues ya sabes el secreto, Estercity, las modela y pinta servidora. :)
Lo que no ha comentado Zombi es que él me ayudó a pintar la base de color de algunas cuentas.

Anónimo dijo...

Pero eso carece de mérito. Lo verdaderamente magistral son los lunares.

Anónimo dijo...

las cuentas son muy sabias y han tomado una buena decisión
.
.
{esque finlandia atrae mucho}*

Nata Hernández dijo...

¡¡¡¡Un superhéroe en mi blog!!!!
Bienvenido, Supersku. Si veo algún gato en apuros, no dudaré en ponerme en contacto contigo. :)

ariadna dijo...

oh por favor nata, cuéntalo ya!!! las propias cuentas lo dicen: cuenta, cuenta, cuenta qué pasó en el aeropuerto de helsinki!!!

Nata Hernández dijo...

Digamos que tendría que haber sacado una foto de la carilla que se le puso a la Srta. del aeropuerto cuando me preguntó qué llevaba en el bolso y yo empecé a sacar palos y piedras. Si coleccionara postales o sellos todo estaría en orden, pero como una es así y atesora piedras, ramitas... (no voy a seguir, se haría eterno) pues... ¡Qué injusto es el mundo! :)

Anónimo dijo...

Yo pensé que nos detenían allí mismo para hacernos una sana inspección de orificios. Gracias al cielo no extrajeron en ningún momento el guantecito de latex tan temido y pudimos continuar nuestro camino.
Otra posibilidad hubiera sido que la tipa nos dijera "¡De nuestros järvis no se saca nada de nada! ¡Tupakointie kieleti!", o algo así. Que de un finés se puede esperar desde la mayor de las amabilidades hasta la más inexistente inteligencia emocional. ¿Será el frío?
Un abrazo a todos los fineses. Sobre todo a los de la isla de Kalio, junto a Naantali, hogar de los mummintrolls.

ariadna dijo...

uf! menos que que no se te ocurrió llevarte un mummintroll, ahí te dejan detenida de por vida! :)