a mi me crece salvaje la menta en el corral...claro,que este año también la marihuana...nos hemos quedado muertos. Lo atribuimos a el petirrojo que tuvimos en casa este invierno,descarado y zalamero,que como vino se fué (en plan Kpax)dejandome con media bolsa de pienso cerrada con una pinza de tender la ropa. De ahí el posible origen de la planta,de los cañamones que venian en el mezclaillo pajaril.
Pues igual por eso estaba tan engachado el tio....porque no perdonaba ni una. Un dia se metió dentro de la cocina para que le pusierala comida.... Creo que los gatos dela vecina acabaron con él. Corfirmado:no hablamos de marihuana,sino de una simple planta de cañamo. Supongo que nadie te puede regañar por tener una planta que no es sicotropica,aunque lo parezca.
Estoy con el fraile. Es genial comprobar que vuelves a ser la de antes, con tus carcajadas y tus ganas de ponerlo todo patas arriba. No sé los demás, pero yo te echaba de menos.
Idolatrado Bernardo: me postro ante su insigne figura. A usted también se le echaba de menos. Asumiendo mi condición de gusano ante su excelsa honorabilidad, me permito plantearle un interrogante que me surge, sin duda, por mi nula capacidad analítica de ser inferior: ¿No es la felicidad un espejismo del maligno que nos encamina a la perdición? ¿No se gana el Paraíso a través del sufrimiento? ¿Hay, acaso, felicidad en este Valle de Lágrimas? ¿Puede llamarse a estos engaños felicidad cuando la verdadera felicidad reside en la contemplación del Altísimo en la Otra Vida? Si esto es felicidad, ¿qué será tamaña dicha de disfrutar del inconmensurable placer del Paraíso?
Mi querido Mecacholo. Sin duda es un tema espinoso éste, así como el del libre albedrío lo es. A buen seguro que la felicidad de Nata viene motivada por haberse reencontrado con las enseñanzas de Faces de Dios (recomiendo encarecidamente la lectura de 'De los nombres de Cristo', del sapientísimo Fray Luis de León). Evidentemente, aquí, in hac lacrimarum valle, hemos venido a sufrir. Cuanto más suframos en esta vida, más gozaremos en la otra, en compañía de Dios. Evidentemente, Nata sufre, y sufre mucho, de ahí su felicidad, porque sabe lo que le espera más adelante. Sufrid, hermanos, arrepentíos, que la apertura del primer sello está pronta...
Doctas y certeras palabras, Su Eminencia. Ya lo decía el sapiente de Tagaste: etsi homines falles deum tamen fallere non poteris. Nacemos y morimos bajo la atenta mirada del Padre Celestial, al que no podemos engañar con embelecos terrenales...
21 comentarios:
¡Es precioso!
:D
Qué envidia.... :)
Que guay es dar sorpresas!!!! Por cierto, vaya hierbabuena con más buena pinta!!!!
Me encanta ^-^
Zombi: ya te caerá una camiseta, Valdés. Claro está, si te portas bien y me terminas los librillos a tiempo... :P
Ari: estoy muy pintarina últimamente, así que a ver qué se puede hacer... :)
Carmela: ¡y además huele que alimenta! :)
Sara: gracias, bonita. :)
Tía: desde hace un tiempo, este blog destila un buen rollito increíble. Da gusto verte. Alegras el día :)
Es más sencillo esconder la tristeza que la felicidad, Mecacholo. :)
¿Puedo añadir tu frase a mi libro de citas? :)
a mi me crece salvaje la menta en el corral...claro,que este año también la marihuana...nos hemos quedado muertos.
Lo atribuimos a el petirrojo que tuvimos en casa este invierno,descarado y zalamero,que como vino se fué (en plan Kpax)dejandome con media bolsa de pienso cerrada con una pinza de tender la ropa.
De ahí el posible origen de la planta,de los cañamones que venian en el mezclaillo pajaril.
Mireia: ¿narcotizas a los petirrojos? Como se enteren Ecologistas en Acción... se pasan por tu casa a pedirte 'la merca'... :D
Pues igual por eso estaba tan engachado el tio....porque no perdonaba ni una.
Un dia se metió dentro de la cocina para que le pusierala comida....
Creo que los gatos dela vecina acabaron con él.
Corfirmado:no hablamos de marihuana,sino de una simple planta de cañamo.
Supongo que nadie te puede regañar por tener una planta que no es sicotropica,aunque lo parezca.
Me congratula tamaña felicidad, que no puede ser obra más que del Altísimo. Oveja descarriada, ¡has regresado al redil!
Estoy con el fraile. Es genial comprobar que vuelves a ser la de antes, con tus carcajadas y tus ganas de ponerlo todo patas arriba. No sé los demás, pero yo te echaba de menos.
Ana
Idolatrado Bernardo: me postro ante su insigne figura. A usted también se le echaba de menos. Asumiendo mi condición de gusano ante su excelsa honorabilidad, me permito plantearle un interrogante que me surge, sin duda, por mi nula capacidad analítica de ser inferior: ¿No es la felicidad un espejismo del maligno que nos encamina a la perdición? ¿No se gana el Paraíso a través del sufrimiento? ¿Hay, acaso, felicidad en este Valle de Lágrimas? ¿Puede llamarse a estos engaños felicidad cuando la verdadera felicidad reside en la contemplación del Altísimo en la Otra Vida? Si esto es felicidad, ¿qué será tamaña dicha de disfrutar del inconmensurable placer del Paraíso?
Suyo.
Mecacholo.
Perdona, Nata: estoy 'utilizando' tu blog... Si es que, si no espabilas, te proliferan los parásitos. :) Un besito.
Cómo está el patio últimamente... :)
La primavera, sin duda.
Mi querido Mecacholo. Sin duda es un tema espinoso éste, así como el del libre albedrío lo es. A buen seguro que la felicidad de Nata viene motivada por haberse reencontrado con las enseñanzas de Faces de Dios (recomiendo encarecidamente la lectura de 'De los nombres de Cristo', del sapientísimo Fray Luis de León). Evidentemente, aquí, in hac lacrimarum valle, hemos venido a sufrir. Cuanto más suframos en esta vida, más gozaremos en la otra, en compañía de Dios. Evidentemente, Nata sufre, y sufre mucho, de ahí su felicidad, porque sabe lo que le espera más adelante. Sufrid, hermanos, arrepentíos, que la apertura del primer sello está pronta...
Amén, Ilmo. Bernardo. Las ideas se me aclaran con su discurso. Lo obscuro se torna claro. Lo enrevesado, prístino. Agradecido quedo.
Doctas y certeras palabras, Su Eminencia. Ya lo decía el sapiente de Tagaste: etsi homines falles deum tamen fallere non poteris. Nacemos y morimos bajo la atenta mirada del Padre Celestial, al que no podemos engañar con embelecos terrenales...
Bua, si eso lo dijo San Agustín, que era un chaquetero y lo fue toda su vida, no tiene nada de valor, créeme.
:P
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